Una pequeña joya de los ochenta. Como dice Savini, a destacar esa secuencia donde el profesor saca una pistola en medio de la clase y le da una lección al típico chulo, aunque sólo es el comienzo. Las tres historias están alejadas de lo sobrenatural pero inquietan y son muy entretenidas. Lo mejor es que al final hay una grata sorpresa donde se homenajea nada menos que a Ray Harryhausen y a "Al morir la noche" aquel clásico del año 45.
A pesar de ser una película casi televisiva, imaginativa y bien interpretada.
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