"Una película totalmente libre". Atentos al eslógan, que sintetiza toda la filosofía de la cinta.En 1975 empieza la era de la democracia en España... ¿Y como se sabe eso? Por las coñas, obviamente. Frente al humor mojigato pro-falangista y las hábiles parábolas políticas, nace un nuevo tipo de hacer comedia: la parodia burda y oportunista.De esta forma nace "ASALTO AL CASTILLO DE LA MONCLOA" que podríamos considerar una de las primeras grandes comedias de la democracia española.La película es, basicamente, un remontaje "Los amantes del desierto", peliculilla de aventuras de 1957. Se manipula el doblaje de la cinta y ciertas escenas para que la nueva trama coincida con al realidad española del momento, haciendo chistes relacionados directamente con la transición. Puesto que el material original es de dominio público, toda la historia costó a sus responsables cuatro perras y además se pudo poner en marcha con una rapidez asombrosa, llegando a estrenarse el año 1978.Esto no es algo innovador. Woody Allen ya había hecho lo mismo en "Whats up, Tiger Lyli?" en 1966. En aquella ocasión, utilizando una película japonesa como base. Osease, "cine de chinos" que tan buen resultado da doblado.El argumento de "Asalto al castillo de la Moncloa", cuya importancia es bastante discutible, narra como el dictador Teirás Ynovolverás muere, con lo que el usurpador Adolfo Suárez toma el poder. Tras unas cuantas medidas populares y otras no tanto, el príncipe Felipe González decide hacerle frente, acompañado de una hueste de fieles.Estos son unos cuantos fotogramas promocionales de calidad suprema sacados de la web españoladas. Como puede observarse, incluyen bocadillos estilo TBO para mostrar los absurdos comentarios de los personajes. Una idea completamente coherente con la idea de la película, ya que de por sí las imágenes no valen nada. Los comentarios políticos son compeltamente necesarios para identificar la película como una comedia.Otro detalle fundamental para entender este filme es que se contó con los entonces popularísimos Tip y Coll (tal y como indica el cartel de la película) que vendrían a ser los chicos para todo de la época. Esto le proporciona cierto indudable caché a los chistes y asegura su éxito en la taquilla.En fin: que cuándo en los 70 a los cineastas les empezaron a crecer los huevos, les crecieron pero bien. Y eso mola.