Robert Culp decide cambiar de aires y comenzar una nueva vida con su mujer (Samantha Eggar). El cambio le resulta un poco "agridulce", por un lado la relación con su mujer no termina de funcionar y por el otro conoce a una chica rubia en una fiesta. Una fiesta por cierto donde se despelota todo dios. Destacar la parte final, entre otras cosas, con el Culp y la Eggar limando asperezas
